28.3.13

El abrazo de los peces, Chema Rodríguez

Cierra tus ojos y tápate los oídos. Imagina el mundo, tu mundo, sin esos dos sentidos. Imagina un atardecer, una canción o un beso. Los sordociegos pueden hacerlo, pueden soñar un atardecer, sentir una canción o un beso con una intensidad difícil de concebir para nosotros. Tienen esa capacidad y, además, cuentan chistes, tocan el bajo y se comunican con Ganímedes. El Abrazo de los Peces es un viaje iniciático a las profundidades abismales de la sordoceguera.


El abrazo de los peces, una extraña especie de pez abisal que se relaciona con la superficie

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