20.12.12

De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall, Blanca Andreu

Así, en pretérito pluscuamperfecto y futuro absoluto
voy hablando del trozo de universo que yo era,
de subcutáneas estrellas de sangre
cazadas por el ángel de la anemia
en el cielo arterial,
diciendo leucocitos del alba y rio de linfa,
o bien de lo que quise:
el ligero Mediterráneo,
la prohibición de envejecer,
la gavilla del sueño barbitúrico,
y sobre todo, sobre todas las cosas,
Mozart anfetamínico preámbulo de pájaros,
Mozart en ala y aeropuerto,
arco de violín príncipe o piloto: Mozart el Músico.


1980.
Nuria. Un dos y un uno (pero al revés).

1.11.12

El cuerpo y el alma, Vicente Aleixandre

Pero es más triste todavía, mucho más triste.
Triste como la rama que deja caer su fruto para nadie.
Más triste, más. Como ese vaho
que de la tierra exhala después la pulpa muerta.
Como esa mano que del cuerpo tendido
se eleva y quiere solamente acariciar las luces,
la sonrisa doliente, la noche aterciopelada y muda.
Luz de la noche sobre el cuerpo tendido sin alma.
Alma fuera, alma fuera del cuerpo, planeando
tan delicadamente sobre la triste forma abandonada.
Alma de niebla dulce, suspendida
sobre su ayer amante, cuerpo inerme
que pálido se enfría con las nocturnas horas
y queda quieto, solo, dulcemente vacío.

Alma de amor que vela y se separa
vacilando, y al fin se aleja tiernamente fría.


Allá por noviembre de dosmildoce.

15.9.12

Los ciegos, Maurice Maeterlinck

Culpar a alguien y luego arrepentirse. Pasar a tener miedo por ser los siguientes en morir. La diversidad de interpretaciones por no tener visión (o sí tenerla -es el pan de cada día). Una esperanza puesta en el bebé, al ser el único que ve, y en la sabiduría del anciano. Un anciano que predice los hechos. Asfódelos. Tensión impresionante reflejada con los agentes externos. La libertad para elegir su propio camino pero sin otros sentidos, la importancia de éstos mismos. El estigma de los locos.

13.9.12

Bernardo de Balbuena

La poesía es un sabroso vino 
de la imaginación, 
que, moderado, 
alegra el espíritu, 
regala el entendimiento, 
deleita la fantasía 
y menoscaba la tristeza.

10.9.12

48, Otro génesis, Poemas Plagiados, Esteban Peicovich

48
OTRO GÉNESIS


El Sol del mar
el Sol del amor
el Sol que se mueve
el Sol de las flores
el Sol de los saludos
el Sol de los marcianos
el Sol de mamá y papá
el Sol del mudo y del solo
el Sol que se saca los rayos de encima

(Nombres dados por mi hijo Alexis, a los siete años, a nueve dibujos sobre el sol, hechos en un cuaderno escolar)


Me gustan todos los tipos de soles.

5.4.12

Capítulo 14, El lector, Bernhard Schlink

Cuando se paran por avería los motores de un avión, eso no significa que se acabe el vuelo. Los aviones no caen del cielo como piedras. Los enormes aviones de pasajeros de cuatro motores pueden seguir planeando entre media hora y tres cuartos, hasta estrellarse al intentar aterrizar. Los pasajeros no se dan cuenta de nada. Volar con los motores parados produce la misma sensación que hacerlo con los motores en marcha. Hay menos ruido, pero no mucho menos: el aire que cortan el fuselaje y las alas hace más ruido que los motores. Llega un momento en que al mirar por la ventanilla se ve la tierra o el mar amenazadoramente cerca. Eso si las azafatas o los auxiliares no cierran las persianas de las ventanillas y ponen un vídeo. Quizá los pasajeros incluso se sientan mejor, al haber menos ruido.

Sentir lo incorrecto.

18.3.12

Capítulo 1, Momo, Michael Ende

En una palabra: los teatros eran tal como la gente se los podía permitir. Pero todos querían tener uno, porque eran oyentes y mirones apasionados.
Y cuando escuchaban los acontecimientos conmovedores o cómicos que se representaban en la escena, les parecía que la vida representada era, de modo misterioro, más real que su verdadera vida cotidiana. Y les gustaba contemplar esa otra realidad.

Restemos algún siglo al 78.

4.3.12

En urgencias, Manuel Rivas


Una modesta proposición
El principal hospital público de la ciudad en la que vivo, el Chuac, es un referente internacional en trasplantes cardíacos. También ha sido pionero y modélico en otras atenciones, con una cobertura, para determinados procedimientos, de más de un millón de personas. Pero su punto fuerte es esa Área del Corazón donde mucha gente ha encontrado la oportunidad de una segunda existencia. De repente, todo esto adquiere un sentido metafórico. ¿Qué ocurre cuando a esa construcción política que llamamos realidad le falla el corazón? El pasado fin de semana, se colapsaron las urgencias como nunca antes había ocurrido. Hubo pacientes que permanecieron 72 horas, ¡tres días!, en los pasillos, sin poder ser atendidos. No había suficientes camillas para poder, al menos, sentarse, así que hubo que recurrir a las de ocho ambulancias, que quedaron inutilizadas. Se vivieron momentos de gran tensión, conatos de peleas, que en esta ocasión no se podrán atribuir a provocadores antisistema, ni siquiera catalanes. Salvo que los enfermos empiecen a ser catalogados como indeseables. Se me ocurre también una modesta proposición, al modo de Jonathan Swift para acabar con el hambre en Irlanda: que las listas de espera hospitalarias pasen a la condición de listas de enemigos, y que se proceda en consecuencia. Un método infalible para despejar Urgencias, traspasando Sanidad al ministerio del Interior. Aunque también podría echar una mano el titular de Educación y Cultura, y nueva revelación del Club de la Comedia, el señor Wert, entreteniendo a enfermos y heridos con el celebrado monólogo Nadamos en la ambulancia. El caso es que el problema de Europa no es el bolsillo, sino el corazón. Y lo que hacen falta son trasplantes. En sus Confesiones y memorias, a mediados del XIX, Heinrich Heine, poeta mayor, denunciaba a los burócratas que tenían por programa el Ius utendi et abutendi (el derecho de uso y abuso), al modo imperial. En esas estamos. Y en Urgencias.

En esas,
Estamos.

19.2.12

Tu cumpleaños

Un día leyeron el evangelio en un bar donde se lavaban los pies.

4 Septiembre. Sábado (FE). 22.º del tiempo ordinario. 2.ª semana del Salterio.
Santos Moisés AT, Marcelo mr, Cándida mr, Rosalía vg, Marino di er. Ntra. Sra. de la Consolación.
Mundo: Los enemigos de Cristo le espían por si pueden atraparlo en alguna falta, en lugar de buscar en él la respuesta a los profundos interrogantes del hombre.
Fe: Jesús, Hijo de Dios, por quien todo fue hecho, es el Señor del universo, del tiempo y también del sábado.

Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: "¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?". Jesús les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros". Y añadió: "El Hijo del hombre es señor del sábado".

1Co 4, 6b-15; Sal 144, 17-21 - Lucas 6, 1-5


SEÑOR, nos empeñamos en encasillarte en nuestras mezquinas categorías, y no caemos en la cuenta de que tu generosidad no tiene límites. Todo lo haces -todos los días sin excepción- por amor al hombre, y satisfaces sus necesidades espirituales y corporales. Ante esta realidad, brota de mi corazón un sentimiento de gratitud, por lo bueno que eres conmigo.