7.3.13

El hombre sentimental, Javier Marías

Qué cansado es querer, pensé. Afanarse, proyectar, ambicionar, no poder contentarse con la perseverancia y la inmovilidad. Qué cansado es lo concreto, pensé, lo que no tiene más remedio que tener contenido. Qué cansado también lo que aún ha de ser. He luchado demasiado durante mi vida por cosas imperiosas. Llevo camino de triunfar en cuanto me lo he propuesto, y cada mañana, al mirarme detenidamente en el espejo para descubrir los cambios, me cercioro de que llevo el triunfo pintado en el rostro. Pero ahora estoy empezando a cosechar, a no tener que luchar tanto, comprendo que ya he encajado en la rueda y preveo que todo será cuestión de que ésta siga girando como es debido.


Extracto. A las 12.01 en el muro.

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