3.5.15

Alexandre Dumas

Ciertamente ha de parecer harto presuntuoso por mi parte querer sacar tan grandes resultados de un tema tan insignificante como el que trato; pero soy de los que creen que en las cosas pequeñas está todo.
El niño es pequeño, y contiene al hombre; el cerebro es estrecho, y alberga al pensamiento; el ojo es sólo un punto, y abarca leguas.

Para todo, tiene una aplicación.

2.5.15

La Dama de las Camelias, Alexandre Dumas

Compadecemos al ciego que nunca ha visto la luz del día, al sordo que nunca ha oído los acordes de la naturaleza, al mudo que nunca ha podido expresar la voz de su alma, y, so pretexto de un falso pudor, no queremos compadecer esa ceguera del corazón, esa sordera del alma, esa mudez de la conciencia, que enloquecen a la desgraciada afligida y sin  querer la hacen incapaz de ver el bien, de oír al Señor y de hablar la lengua pura del amor y de la fe.
Cuánta razón.