2.4.20

Sociedad distópica

Vivimos ebrios de ideas e ideales, confundiendo vida y fantasía. Bajo su apariencia prosaica, la vida, cualquier vida, es mucho más hermosa e intensa que la mejor de las fantasías. Mi compañera real, por ejemplo, es mucho más hermosa que la idea maravillosa que yo pueda hacerme de ella. Mi novela real es infinitamente mejor que cualquier novela imaginada, entre otras cosas porque esa novela imaginada ni siquiera existe.


Sofía.

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