1.8.11

Los Navegantes, 13ª fábula de Samaniego

Lloraban unos tristes pasajeros
viendo su pobre nave, combatida
de recias olas y de vientos fieros,
ya casi sumergida,
cuando súbitamente
el viento calma, el cielo se serena,
y la afligida gente
convierte en risa la pasada pena.
Mas el piloto estuvo muy sereno
tanto en la tempestad como en bonanza.

Pues sabe que lo malo y que lo bueno
está sujeto a súbita mudanza

0 comentarios: